¿El Judaísmo es machista?

No es un secreto que muchos piensen que el judaísmo es machista. ¿Y por qué no iban a creerlo? Casi todas las Mitzvot aplican sólo a los hombres. Además, la mujer no es llamada a leer la Torá, no recibió tierra en la repartición de la Tierra de Israel y, por si fuera poco, al casarse es ella la que se adapta a la línea de su esposo (si él es ashkenazí y ella sefardí, ya no podrá comer arroz en Pesaj). Pero la mayor prueba es la conocida Berajá que recitan los hombres todas las mañanas: “Bendito eres Tú, Ado-nai nuestro Di-s, Rey del universo, que no me has hecho mujer”.

Aunque estos puntos mencionados serían prueba suficiente para demostrar que en el judaísmo el hombre tiene un rol más importante que la mujer, sabemos que hay respuestas que explican que no es así. Sin embargo, sí hay algo que comprueba que en realidad para la Torá el hombre sí es más importante que la mujer:

El orden de la creación fue de manera tal, que lo más importante fue dejado para el final, para que: “El hombre sepa que todo fue creado para él…” Por lo tanto, el hombre es el objetivo máximo de la creación.

Este es la noción que tiene la mayoría. Pero el que conozca bien el relato de la creación, sabrá que en realidad el hombre no es lo último que fue creado… ¡Sino la mujer! Una vez que Adám fue creado, Di-s creó a Eva de una de sus costillas. Por lo tanto, la última creación, la más importante de todas, es la mujer.

Entonces toca preguntarse por qué la mujer cumple menos Mitzvot que el hombre. La respuesta es, que la mujer está en un nivel espiritual mucho más alto que el hombre. Ella no necesita de todas las Mitzvot (que el hombre sí tiene que cumplir) para acercarse a Di-s. Un ejemplo claro, es el “simple” hecho de que una mujer pueda tener dentro de sí un bebé, una vida dentro de ella, eso es lo más cerca que alguien puede llegar a parecerse a Di-s. Así que ese nivel, esa experiencia, esa conexión que la mujer hace con Di-s en ese momento, es algo que el hombre nunca podrá alcanzar, al menos, no le será fácil conseguirlo…

Justamente debido a este “desperfecto” que tiene el hombre y a su bajo nivel espiritual, es que tiene todas esas Mitzvot. Di-s las dispuso para que sea a través de ellas que un hombre pueda acercarse y conectarse con Di-s.

Esta también es la razón de la Berajá que los hombres dicen: “... que no me has hecho mujer”, queriendo decir, “gracias Di-s que me has dado todos estos medios para poder conectarme Contigo”.

A raíz de todo esto podemos, tanto hombres como mujeres, quedarnos tranquilos: Di-s sabe muy bien qué hizo y cómo lo hizo. Y ambos, mujer y hombre, juntos, forman el papel esencial en la creación.

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